En 1870 un barco con cargamento de cueros proveniente de Cuba y Méjico con mosquitos infectados hizo que la fiebre amarilla llegara al barrio de la Barceloneta. El barrio fue desalojado pero la enfermedad se propagó por toda la ciudad. Las personas sin recursos y los presos fueron trasladados a la cartuja de Montalegre, en la localidad de Tiana, que fue habilitada como hospital temporal.
Ante el miedo de los habitantes de Tiana de que los muertos fueran enterrados en el cementerio del pueblo, se realizó este cementerio particular, el Cementerio de los Apestados.
En la cartuja, por lo visto, pasaron noche los Reyes Católicos a su venida a Barcelona para entablar conversaciones con Colón.
ResponderEliminarLa piedra es espectacular.
Un abrazo
Como dice Tot, espectacular.
ResponderEliminarSaludos.
Desconocia este lugar!!besos
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