Lo primero es que no son camellos, son dromedarios debido a que solo tienen una joroba, pero todo el mundo los llama camellos. Puede parecer que los camellos en Lanzarote son algo nuevo, exótico, pensado exclusivamente para el turismo simulando los paseos por el desierto africano, pero no.
|
Rotonda en Uga |
Los camellos llegaron a las Islas Canarias en el s. XV, procedentes de África, amarrados a los barcos en los laterales y flotando gracias al aire acumulado en sus cuatro estómagos y a su capacidad de cerrar herméticamente las fosas nasales.
Su perfecta adaptación a la isla hizo que el animal se convirtiera en una gran ayuda en las labores agrícolas, araba, arrastraba materiales para la construcción, trasportaba agua y mercancía y hacía de transporte de personas.
Los camellos son capaces de transportar mercancía equivalente a su propio peso, así como estar semanas sin beber y su estomago es capaz de aprovechar al máximo sus reservas.