Aprovechando que estaba en Bilbao, pues me acerqué hasta Donosti para pasar el día.
Una de las visitas obligadas si estas en esta preciosa ciudad es el Peine del Viento, una de las obras más conocidas del escultor Eduardo Chillida. El conjunto de esculturas, tres en total, se encuentran al final de la Playa de Ondarreta en una esplanada diseñada por el arquitecto Luis Peña Ganchegui (ambos ya fallecidos). Es un lugar en el que se fusionan tierra, mar, hierro y aire.
Como veis en estas fotos de estas rocas, cuando hay viento, es un lugar donde éste coge fuerza, y es una auténtica maravilla observar la fuerza del cantábrico y ver el agua salir a la superficie a través de los geiseres.
un pequeño paraiso!!!!
ResponderEliminaruna maravilla que debería ver todo el mundo yo cuando estuve me quede impresionada. ana
ResponderEliminarVuelvo a tu blog después de las vacances y me encuentro con ésto!!! Para mi fue un viaje precioso, el primero así un poco largo con mi peke. Gracias por los recuerdos!
ResponderEliminarElisa