Barcelona es una ciudad sorprendente y una de las sorpresas que puedes encontrar es en el barrio del raval. Este bullicioso e intercultural barrio, lleno de callejuelas tiene una joya románica escondida, el antiguo monasterio benedictino de Sant Pau del Camp.
Es una de las iglesias más antiguas de Bracelona y aunque no se sabe exactamente desde cuando está, la lápida funeraria de Guifré II Borrell muerto en el año 911 nos desvela que ya en ese año estaba allí.